El caso de María, de tan solo nueve años de edad, fue archivado por un juzgado de Madrid (España) en enero de este año, luego de que no le creyeran sus declaraciones. Fue hasta el mes pasado, que la menor logró conseguir pruebas contundentes para acusar a su padre por abuso sexual.
Hace dos años, María comenzó con acusaciones hacia su padre y luego tuvo que asistir a un pediatra porque presentaba picazón al orinar. Según informó el diarioEl País, “Cuando le preguntaron desde cuándo le pasaba, contestó: ‘Desde que papá me clavó la uña’. Luego fue contando que su padre le hacía ‘cosquillas’ en los genitales y que a ella no le gustaba”. En otras ocasiones la niña asistió al doctor con infecciones vaginales luego de estar algunos días con el padre, en ese entonces los médicos diagnosticaron “sospecha de abuso sexual”.
Por esta situación la menor se vio sumergida en un vaivén de denuncias y discusiones judiciales entre sus padres, quienes estaban separados desde antes del conflicto. Cuando la madre intentó prohibir los encuentros entre María y su papá, el hombre declaró: “Prefiero verla muerta a no verla porque esto ya es insoportable”, razón por la que los agentes del juzgado determinaron que esta expresión no demuestra intención alguna de hacer daño a su hija.
El pasado 7 de junio, la menor usó una grabadora de la mamá para probar sus declaraciones y la escondió en una de sus medias. Según el diario El país, esta fue la conversación que evidenció los abusos: “¿Pero cuándo te he tocado yo?”. “Muchas veces”, contesta la cría. “Pero cariño, eso es para jugar”, replica el padre. “Es que no tienes que hacerme eso nunca, mi cuerpo es mío”. “Tu cuerpo es tuyo, efectivamente (…), cuando tú decías que no te tocara, yo paraba”, le dice el padre, que añade: “Yo lo único que te estaba haciendo era cosquillas y estaba jugando contigo”.